El problema de la reducción de la brecha entre naturismo y textilismo es una cuestión de comunicación intercultural tan complejo como quien vive en una cultura extranjera y tiene que aprender el idioma y su cultura para sobrevivir.
En el caso del nudismo esta comunicación es más compleja porque la sexualidad es una de las cuestiones culturales más controvertidas. Por desgracia, en nuestra cultura y por la represión eclesiástica habida en nuestro país y, que sigue habiendo porque le da poder, hace ver que desnudo = sexo. Esto es una asociación casi universal en la psique de la sociedad que nos rodea, entre otros motivos porque la apertura social habida y el auge de las revistas liberales y peliculas con desnudos y sexo lo ha fomentado.
Entonces nos vamos a referir a la asociación lingüística entre la desnudez y el sexo.
Nos guste o no, el naturismo sigue teniendo una batalla cuesta arriba cuando se trata de un mensaje no sexual en el mundo textil. Creemos que estamos explicando las cosas, pero el lenguaje es diferente sobre todo cuando se tiene una versión previa de distinto significado. De modo que, para un amigo no naturista o miembro de la familia, que no conozca la filosofía nudista-naturista y los placeres no sexuales que conlleva vivir la desnudez, el desnudo equivale a sexo.

Estamos utilizando un lenguaje incorrecto cuando insistimos frente a la sociedad textil, que el naturismo es la desnudez no sexual. Tenemos un problema de comunicación de grandes proporciones entre las dos culturas y si seguimos insistiendo con la misma fórmula, especialmente en un mundo cada vez mas hipersexual, hay que buscar un lenguaje más claro, comprensible y preciso para que nos entiendan.
En el nudismo-naturismo nuestros genitales, nuestro sexo, están a la vista y la mayoría de los textiles consideran que la exposición de un cuerpo desnudo a alguien que no sea su cónyuge o amigo, es una forma de seducción con fines libidinosos. No son partes de nuestro cuerpo digamos neutrales, como son los codos, los dedos o los pies, los que provocan tales emociones fuertes, ¡NO! explícitamente es nuestra sexualidad expuesta, sea ésta masculina o femenina, la que lleva a cabo este tipo de reacciones.

Por ese motivo apunto que en lugar de ser reactivos o negativos sobre la sexualidad, los nudista-naturistas debemos tomar un papel de liderazgo en la enseñanza sobre la sexualidad positiva. Esto a su vez nos llevaría a una comprensión más profunda de nuestras experiencias desnudos y de nuestra propia sexualidad y, cómo se debe explicar y relacionar metafóricamente con experiencias textiles similares, para que ellos puedan comprenderlo.
Una vez que aceptemos el problema de que existe incomunicación, o mala comunicación, podremos empezar a examinar qué significa esto en términos de experiencia real en el naturismo y nuestros encuentros con el mundo textil. Vamos a dejar la insistencia en que el nudismo es totalmente vacío de sexualidad y vamos a introducir la idea de romper el silencio sexual y hablemos del sexo con naturalidad, pese a quien le pese es un acto humano, natural con placer y una posible procreación.
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