viernes, 21 de octubre de 2011

Como descubrirse a si mismo

Cuando tenía 14 años me negué a dormir con pijama. Estaba harto de que se me retorciera el pantalón del pijama con las piernas, y que la chaqueta del pijama amaneciera remangada hasta casi las orejas.
Empecé a dormir solamente con calzoncillos. Duró poco, porque descubrí enseguida que era mejor sin nada (daba más gustito), pero temía que mi madre me riñera, así que me quitaba el calzoncillo en secreto dentro de la cama y lo escondía entre las sábanas hasta la mañana siguiente que me levantaba.
Pasados algunos años dejé de tener temor de que me riñeran y ya se sabía que yo dormía desnudo. "Ten cuidado hijo, que vas a coger una pulmonía" me decía mi madre. "Si hace frío me pongo otra manta" contestaba yo.
No he sido Naturista practicante hasta hace unos 10 ó 12 años, en que de forma casual descubrí accidentalmente una playa nudista (la del Inglés, en Canarias) tras una duna de arena mientras caminaba
Quedé petrificado de ver a gente "en bolas" felices y alegres en la arena, charlando, jugando de forma enteramente natural.
No dudé ni un instante en "desgarrarme" las pocas ropas que llevaba y hacer lo mismo que los demás. Pensé que si esto es la Tierra ¿cómo será el Paraíso?
Me quedé allí sentado sobre mi camiseta sudada una hora u hora y media con sus respectivos y reiterados chapuzones en el mar.
La sensación de bienestar era indescriptible.
No tenía toalla porque no era mi intención ir de playa, sino que paseaba por allí viendo las dunas y los camellos que montan los turistas.
Desde entonces empecé a buscar desesperadamente playas nudistas. La playa habitual a la que me escapo desde Madrid de vez en cuando es la del Cabo Huertas en Alicante. El problema es que casi siempre tengo que ir solo por no tener quien me acompañe.
Curiosamente no fue hasta hace 3 años que "descubrí" sorprendido gratamente y de casualidad también que ¡existían Asociaciones Naturistas!
Hoy cuando reflexiono un poco sobre mi vida como Naturista, llego a la conclusión que el Naturista nace. Es cuestión de que las circunstancias te den la oportunidad de descubrirlo.
No voy a exponer más detalles para no extender demasiado este mensaje, pero siempre (incluso de niño y de chaval) me he sentido más a gusto desnudo que con ropa, aún no siendo o sabiendo que era Naturista.
Por Manolo- España

-Artículo publicado en la revista Nudelot nº 19 y que reproduzco por su interes vitalista.

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